Un cazador…

Un cazador para asustar la caza prendió fuego a un bosque. De pronto vio a un hombre que salía de una roca. El hombre atravesó el fuego sosegadamente. El cazador corrió tras él.
—Diga, pues. ¿Cómo hace para pasar a través de la roca?
—¿La roca? ¿Qué quiere decir con eso?
—También lo vi pasar a través del fuego.
—¿Fuego? ¿Qué significa fuego?
Ese perfecto taoísta, completamente borrado, no veía las diferencias de nada.

Henri Michaux. Un bárbaro en Asia.

Sutra del corazón

La forma esta vacía, el vacío es forma
Sin ojos, ni oídos, ni nariz, ni lengua, ni cuerpo, ni mente
Sin color, ni sonido, ni olor, ni gusto, ni tacto,
Ni nada existente,
Sin vejez ni muerte, sin fines de viejas épocas, ni muerte
Sin sufrimiento, sin causa o fin de sufrimiento
Sin camino, sin sabiduría
Y sin beneficios, sin beneficios
Así vivió el bodhisattva, comprendiendo la realidad
Sin el estorbo de la mente
Sin estorbos, y por consiguiente sin miedo
Estaba más allá de los pensamientos engañosos. Eso es el Nirvana

Las obra es…

La obra es un hecho, el hacedor un mero concepto. Su lenguaje mismo muestra que mientras la obra es cierta, el hacedor es dudoso; trasladar la responsabilidad es un juego peculiarmente humano. Considerando la inacabable lista de factores requeridos para que algo acontezca, a uno no le queda más remedio que admitir que todo es responsable de todo, por muy remoto que sea. El hacedor es un mito nacido de la ilusión del «mí mismo» y «lo mío.

Nisargadatta Maharaj